Características climatológicas: El invierno fue frío, seco y largo, extendiéndose las condiciones invernales hasta bien entrada la primavera. Esto produjo un retraso en la brotación, floración y cuajado de unos 15 días respecto a un año normal. El verano fue también muy seco y con temperaturas no muy altas, por lo que las zonas frías y altas (como nuestra Finca), se vieron favorecidas por temperaturas frescas y presencia de rocíos nocturnos que ayudaban a hidratar la planta. El mes de septiembre fue inusualmente cálido, lo que provocó que se recuperase el retraso en maduración que arrastrábamos en el verano.