Vendimia madrugadora tras un invierno frío y lluvioso, una primavera fresca y un verano caluroso. Las precipitaciones de septiembre y octubre ayudaron al óptimo desarrollo fisiológico y fenólico de los racimos. Tras la separación de uvas por pagos, la temperatura se controla hasta los 28-29º. Descubes son rápidos, cuando se aprecia que la extracción de color llega a los niveles óptimos. Crianza en barricas de roble americano.